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  • arman maquinaciones en tu contra y no toman en cuenta tus declaraciones! (Salmos 139, 20)

  • El cuenta las estrellas una a una y llama a cada una por su nombre. (Salmos 147, 4)

  • Pero se dio cuenta que el dinero faltaba en sus tesoros y que los impuestos de la provincia habían bajado debido a las divisiones y miserias que él mismo había causado en el país, al cambiar las leyes vigentes desde los primeros tiempos. (1 Macabeos 3, 29)

  • Estos se dieron cuenta que los suyos habían huido y su campamento había sido destruido, bastaba con ver el humo. Se atemorizaron mucho. (1 Macabeos 4, 20)

  • Cuando el ejército de Timoteo se dio cuenta de que era el Macabeo, emprendieron la fuga, pero él les dio fuertes golpes y cayeron unos ocho mil enemigos aquel día. (1 Macabeos 5, 34)

  • Los judíos, sin embargo, se dieron cuenta de la fuerza tremenda del ejército del rey y de su valentía; tuvieron, pues, que retirarse. (1 Macabeos 6, 47)

  • El ejército salió de su campamento mientras ellos permanecieron en su lugar para enfrentarlo. Los hombres a caballo estaban divididos en dos alas. En primera línea avanzaban los más aguerridos, precedidos por hombres armados de arcos y de hondas, (1 Macabeos 9, 11)

  • Finalmente, el gasto de lo que se edifique o repare en el Santuario, correrá por cuenta del rey, (1 Macabeos 10, 44)

  • Pero ni Jonatán ni su ejército se dieron cuenta de su partida hasta el amanecer, pues veían los fuegos. (1 Macabeos 12, 29)

  • También el rey tomó en cuenta el que los judíos y los sacerdotes habían resuelto que Simón fuera su jefe y Sumo Sacerdote hasta la aparición de un profeta digno de fe. (1 Macabeos 14, 41)

  • Se comprometió, además, a firmar el pago de otros ciento cincuenta, si le daba facultad para instalar por su cuenta un gimnasio y un centro para la promoción cultural de la juventud y para conceder a varios habitantes de Jerusalén los derechos de_C iudadanos antioquenos. (2 Macabeos 4, 9)

  • Cuando el rey llegó a Tiro, tres hombres enviados por el consejo de Ancianos de Jerusalén, le dieron cuenta de aquellas crueldades. (2 Macabeos 4, 44)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina