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No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron. (Exodo 20, 5)
Entonces los que queden de tu familia vendrán a humillarse ante este sacerdote para conseguir alguna moneda de plata o un trozo de pan, y dirán: Te pido que me admitas a cualquier función sacerdotal, para poder así tener un pedazo de pan.» (1 Samuel 2, 36)
Entonces el rey dijo a la mujer: «Te pido que digas la verdad de todo cuanto voy a preguntarte.» La mujer respondió: «Diga mi señor, el rey.» (2 Samuel 14, 18)
Joab se puso de rodillas con el rostro en tierra y bendijo al rey diciendo: «Ahora sé que me aprecias de veras, pues estás dispuesto a hacer lo que te pido.» (2 Samuel 14, 22)
Josafat, rey de Judá, dijo al rey de Israel: «Te pido, por favor, que antes de partir a la guerra consultemos primero a los profetas de Yavé.» (1 Reyes 22, 5)
Entonces Naamán regresó al hombre de Dios con toda su gente. Entró y le dijo: «Ahora sé que no hay en el mundo otro Dios que el de Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu servidor.» (2 Reyes 5, 15)
Eso es lo que quiero y te pido. Pues todos nosotros hemos sido condenados al exterminio, a la matanza y al aniquilamiento. Si sólo hubiésemos sido condenados a ser esclavos o peones, me habría quedado callada, pero resulta que ahora nuestro enemigo no podrá reparar el daño que con ello va a hacer al rey.» El rey la interrumpió para preguntarle: (Ester 7, 4)
se lo pido, mírenme, no les mentiré a la cara. (Job 6, 28)
Una cosa al Señor, sólo le pido, la cosa que yo busco es habitar la casa del Señor mientras dure mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y cuidar de su santuario. (Salmos 27, 4)
Por la casa del Señor nuestro Dios, pido para ti la felicidad. (Salmos 122, 9)
Si le pido las alas a la Aurora para irme a la otra orilla del mar, (Salmos 139, 9)
Te pido, hijo mío, que mirando al cielo y a la tierra y a cuanto hay en ella, conozcas que de la nada hizo Dios todo esto y también el género humano fue hecho así. (2 Macabeos 7, 28)