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Esto es desconcertante en esta tierra: hay justos a los que les pasa todo lo que les tocaría a los malos por todo lo que han hecho, y hay malos a los que les pasa lo que les correspondería a los justos: esto tampoco tiene sentido. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 14)
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,antes que lleguen los días malos,y los años que se acercan, de los cuales dirás:"No espero más de ellos", (Eclesiastés (Qohelet) 12, 1)
Tu creación está a tu servicio porque tú eres su autor. Se dedica a castigar a los malos, y luego se ablanda en favor de los que en ti ponen su confianza. (Sabiduría 16, 24)
¿Tienes una mujer según tu corazón? No te separes de ella. Pero no confíes en la que ves con malos ojos. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 26)
En los días buenos se olvida uno de los malos, en los días malos no se acuerda más de los buenos. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 25)
Basta con un hombre prudente para que prospere una ciudad; pero los malos por más que se multipliquen, serán aniquilados. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 4)
y Yavé te enviará a ti, a tu pueblo y familia, días tan malos como nunca los hubo desde que Efraím se separó de Judá. (Isaías 7, 17)
Por eso, yo seguiré desconcertando a este pueblo, y serán sorpresas y más sorpresas; la sabiduría de sus sabios fracasará, y se perderá la inteligencia de sus entendidos.» CONTRA LOS MALOS CONSEJEROS (Isaías 29, 14)
Porque él también es hábil en proporcionar desgracias, y no cambia su palabra. Se opondrá a la banda de los malvados y al socorro que esperaban los malos. (Isaías 31, 2)
El que actúa siempre con honradez, el que dice la verdad y que se niega a conseguir algo con trampa; el que retira su mano para no aceptar la coima, que no quiere oír sugerencias criminales y no quiere ver procederes malos. (Isaías 33, 15)
Entonces llamarán a Jerusalén «el trono de Yavé» y a su alrededor se juntarán todas las naciones, sin seguir más la dureza de sus malos corazones. (Jeremías 3, 17)
Yavé, tú tienes siempre la razón cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Por qué tienen suerte los malos y son felices los traidores? (Jeremías 12, 1)