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  • Esos hombres a los que Moisés había enviado para que exploraran la tierra y que, a su regreso, habían alzado a toda la comunidad en contra de él hablando mal del país, esos hombres que habían criticado a ese país con un mal espíritu, murieron de un golpe en presencia de Yavé. (Números 14, 36)

  • Ellos se pusieron con el rostro en tierra y dijeron: "¡Oh Dios, Dios de los espíritus de todos los hombres! Si un solo hombre ha pecado, ¿vas a enojarte con toda la comunidad?" (Números 16, 22)

  • Se dirigió a la comunidad: "¡Apártense de las tiendas de esos hombres perversos! No toquen nada de lo que les pertenece, porque si no van a morir debido a sus pecados". (Números 16, 26)

  • Si esos hombres mueren de muerte natural y corren la misma suerte que cualquiera, es señal de que Yavé no me envió. (Números 16, 29)

  • Pero si Yavé hace un milagro, si la tierra se abre en un gran tramo para tragárselos junto con todo lo que tienen, si descienden vivos al Lugar de los muertos, entonces sabrán que esos hombres despreciaron a Yavé". (Números 16, 30)

  • Se abrió una garganta y se los tragó con toda su familia ( a todos los hombres de la banda de Coré) junto con todo lo que les pertenecía. (Números 16, 32)

  • Entonces brotó un fuego de Dios que devoró a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. (Números 16, 35)

  • Los incensarios de esos hombres que pecaron y que murieron te servirán para hacer las placas para revestir el altar. Esos incensarios son santos porque estuvieron en contacto con Yavé. Serán una señal para los israelitas". (Números 17, 3)

  • Dios visitó a Balaam y le dijo: "¿Quiénes son esos hombres que están en tu casa?" (Números 22, 9)

  • Esa noche se apareció Dios a Balaam y le dijo: "¿Así que esos hombres vinieron a invitarte? ¡Muy bien, parte con ellos, pero sólo harás lo que te diga!" (Números 22, 20)

  • Balaam respondió a Balac: "Dije algo a los hombres que tú me mandaste; les dije: (Números 24, 12)

  • Moisés dijo a los jefes de Israel: "Que cada uno mate a aquellos de sus hombres que se prostituyeron con el Baal de Fogor". (Números 25, 5)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina