Found 287 Results for: doce tribus

  • Aquí están todos hoy, en presencia de Yavé, su Dios: sus jefes, sus tribus, sus ancianos, sus oficiales, todos los hombres de Israel, (Deuteronomio 29, 9)

  • y lo separará de todas las tribus de Israel para su desgracia, conforme a todas las maldiciones de la Alianza expresadas en este libro de la Ley. (Deuteronomio 29, 20)

  • Reúnan junto a mí a todos los ancianos y los oficiales de todas las tribus, que voy a pronunciar en sus oídos estas palabras, y pediré al cielo y la tierra que sean testigos contra ellos. (Deuteronomio 31, 28)

  • Israel tenía un rey cuando estaban reunidos los jefes y las tribus de Israel eran unidas. (Deuteronomio 33, 5)

  • A la gente de las tribus de Rubén y de Gad y a los de la media tribu de Manasés, Josué les dijo: (Josué 1, 12)

  • Ahora escojan doce hombres de las doce tribus de Israel, uno por tribu. (Josué 3, 12)

  • «Escoge doce hombres, uno por cada tribu, y dales la orden siguiente: (Josué 4, 2)

  • Saquen doce piedras del lecho del Jordán, del mismo lugar donde estuvieron parados los sacerdotes. Llévenselas y colóquenlas en el lugar donde acamparán esta noche.» (Josué 4, 3)

  • Josué entonces hizo llamar a los doce hombres que había escogido de las doce tribus de Israel y les ordenó: (Josué 4, 4)

  • Los israelitas cumplieron la orden de Josué y retiraron del lecho del Jordán doce piedras, tal como Yavé le había ordenado a Josué, una por cada tribu. Se las llevaron hacia el lugar donde acamparon y allí las depositaron. (Josué 4, 8)

  • Josué amontonó doce piedras en el lecho del Jordán, en el lugar donde permanecieron de pie los sacerdotes portadores del Arca de la Alianza. Allí quedaron hasta el día de hoy. (Josué 4, 9)

  • Adelante iban armados los hombres de las tribus de Rubén, de Gad y la media tribu de Manasés, según lo había ordenado Moisés. (Josué 4, 12)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina