Found 3771 Results for: cómo

  • mientras al jefe de los panaderos lo hizo colgar, tal como José lo había interpretado. (Génesis 40, 22)

  • Y todo sucedió tal como él lo había dicho: yo fui repuesto en mi cargo y el jefe de los panaderos ahorcado.» (Génesis 41, 13)

  • Pero detrás de ellas subieron otras siete vacas tan flacas y feas como no había visto nunca en todo Egipto. (Génesis 41, 19)

  • Pero una vez que las tuvieron en su vientre, no se notaba en absoluto, pues seguían tan flacas y feas como antes. Entonces me desperté. (Génesis 41, 21)

  • Como dije a Faraón, Dios le está manifestando lo que está para suceder. (Génesis 41, 28)

  • «¿Se podrá encontrar otro hombre como éste, que tenga el espíritu de Dios?» (Génesis 41, 38)

  • Y así José juntó una cantidad de trigo tan enorme como la arena del mar, hasta tal punto que perdieron la cuenta, pues sobrepasaba todo cálculo. (Génesis 41, 49)

  • llegaron los siete años de escasez, tal como José había anunciado. Hubo hambre en todos los países, pero en todo Egipto había pan. (Génesis 41, 54)

  • Como el hambre se hacía sentir más y más en todos los paises, de todas partes venían a Egipto a comprar trigo a José. (Génesis 41, 57)

  • Si han dicho la verdad, que se quede sólo uno de ustedes como prisionero en la casa de la guardia donde ahora están, y los demás llevarán el trigo que tanta falta hace en sus casas. (Génesis 42, 19)

  • Ellos contestaron: «Aquel hombre nos interrogó con tanta insistencia sobre nosotros y nuestra familia: ¿Vive todavía el padre de ustedes? ¿Tienen algún otro hermano? Y nosotros contestamos a esas preguntas. ¿Cómo ibamos a imaginar que nos diría: Tráiganme a su hermano?» (Génesis 43, 7)

  • Israel, su padre, les dijo: «Ya que no queda más remedio, hagan lo siguiente. Échen en sus bolsas algo de los productos del país: tragacanto, miel, goma, láudano, pistacho y almendras, y llévenselo como regalo a ese hombre. (Génesis 43, 11)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina