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  • Y David insistió: «¿Es cierto que las autoridades de Queilá nos entregarán a Saúl?» La respuesta fue: «Sí, te entregarán a ti y a tus hombres.» (1 Samuel 23, 12)

  • Entonces David se marchó con sus seiscientos hombres. Salieron de Queilá y anduvieron errantes. Informado Saúl de que David había huido de Queilá, suspendió la expedición. (1 Samuel 23, 13)

  • David permaneció en los refugios del desierto. Luego se fue a los cerros del desierto de Zif; Saúl lo buscaba sin cesar, pero Yavé no se lo entregó. (1 Samuel 23, 14)

  • David tuvo miedo de Saúl, que lo andaba persiguiendo para quitarle la vida, por eso siguió viviendo en el desierto de Zif, en Jarsa. (1 Samuel 23, 15)

  • Jonatán, hijo de Saúl, fue donde David a Jarsa y le dio ánimo, recordándole las promesas de Dios: (1 Samuel 23, 16)

  • Renovaron ambos su pacto ante Yavé. David se quedó en Jarsa y Jonatán regresó a casa. (1 Samuel 23, 18)

  • Algunos de Zif habían ido a Guibea a decirle a Saúl: «David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jarsa, en el cerro de Jaquila, que está al sur del desierto. (1 Samuel 23, 19)

  • Despidiéndose de Saúl se volvieron a Zif antes que él. David y sus hombres estaban en una llanura que queda al sur del desierto de Maón. Saúl y sus hombres salieron en su busca. (1 Samuel 23, 24)

  • Cuando lo supo David, bajó a una quebrada rocosa, en el mismo desierto. Informado Saúl, partió también para allá. (1 Samuel 23, 25)

  • Saúl y sus hombres iban por una pendiente del cerro y, por la del frente, David con los suyos. Mientras se apresuraba David por escapar de Saúl y éste trataba de pasar al lado de David para capturarlo, (1 Samuel 23, 26)

  • Saúl dejó de perseguir a David y se marchó al encuentro de los filisteos. Por eso se llamó a aquel lugar: «Peña de Separación.» (1 Samuel 23, 28)

  • David subió de allí, y se estableció en los refugios de Engadí (o sea, «Fuente del Cabrito»). (1 Samuel 24, 1)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina