Found 219 Results for: animales salvajes

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir como respuesta a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame tu hija para que sea la esposa de mi hijo; pero los animales salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Reyes 14, 9)

  • Pero Joás, rey de Israel, mandó decir a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó a decir al cedro el Líbano: Dame tu hija para mujer de mi hijo. Pero las bestias salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo. (2 Crónicas 25, 18)

  • Traeremos todos los años las primicias de nuestros campos y de nuestros frutos a la Casa de Yavé, también nuestros hijos primogénitos y los primeros nacidos de nuestros animales, conforme a lo escrito en la Ley, (Nehemías 10, 36)

  • ¡Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y viva su poder que te ha enviado para poner en el recto camino a todo viviente! Gracias a tu poder, no sólo los hombres le sirven, sino que hasta las bestias salvajes, los ganados y las aves del cielo viven para Nabucodonosor y toda su casa. (Judit 11, 7)

  • Te reirás de la sequía y del hambre, y no temerás a los animales feroces. (Job 5, 22)

  • No más piedras en tus campos: la tierra te servirá, y las bestias salvajes no te atacarán. (Job 5, 23)

  • Como los burros salvajes en el desierto, salen desde la mañana a buscar su alimento, y a la noche no tienen pan para sus hijos. (Job 24, 5)

  • no se fija en que un pie puede aplastarlos y los animales del campo pueden abrirlos. (Job 39, 15)

  • ovejas y bueyes por doquier, y también los animales silvestres, (Salmos 8, 8)

  • Como los altos montes es tu justicia, y tus decretos como los abismos; Señor, tú ayudas a hombres y animales: (Salmos 36, 7)

  • pues mío es cuanto vive en la selva y los miles de animales de los montes. (Salmos 50, 10)

  • Te ofreceré animales bien cebados, hacia ti subirá el humo de los corderos, te inmolaré bueyes y chivos. (Salmos 66, 15)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina