Found 69 Results for: amistad verdadera

  • Renunció a los privilegios que los reyes habían concedido a los judíos por medio de Juan, padre de Eupólemo, el que hizo la embajada de amistad y alianza de romanos y judíos; suprimió las instituciones legítimas e introdujo costumbres nuevas contrarias a la Ley. (2 Macabeos 4, 11)

  • Ahora mis hermanos han terminado de sufrir un breve tormento por una vida que no se agotará; están ahora en la amistad de Dios. Tú, en cambio, sufrirás las penas merecidas por tu soberbia. (2 Macabeos 7, 36)

  • porque Yavé tiene horror de la gente sin conciencia, pues su amistad es para con los justos. (Proverbios 3, 32)

  • La palabra verdadera se instala para siempre, lo que es falso dura sólo un momento. (Proverbios 12, 19)

  • Si se perdona una falta, se refuerza la amistad; si uno la da a conocer, perderá a su amigo. (Proverbios 17, 9)

  • El aceite y los perfumes alegran el corazón, la dulzura de la amistad reconforta el alma. (Proverbios 27, 9)

  • El rey que imparte a los pobres una verdadera justicia tendrá estable su poder. (Proverbios 29, 14)

  • Abre la boca y juzga a los pobres y afligidos con verdadera justicia. (Proverbios 31, 9)

  • se adquiere una alegría superior gracias a su amistad, una riqueza perdurable gracias a sus desvelos, la inteligencia cuando se ejercita en entenderla, y la fama en las conversaciones con ella. Salí pues en su busca para traerla a mi casa. (Sabiduría 8, 18)

  • Entonces te hará muecas y aplaudirá; hará bromas a costa tuya y mostrará su verdadera cara. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 18)

  • Por falsa vergüenza sólo piensa en ganar su amistad: es en verdad un enemigo que se ganó inútilmente. (Sirácides (Eclesiástico) 20, 23)

  • Quien tira piedras a los pájaros, los espanta; quien insulta a un amigo romperá la amistad. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 20)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina