Found 71 Results for: Voluntad

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan a la Iglesia de Dios que está en Corinto, y a los santos que viven en toda Acaya. (2º Carta a los Corintios 1, 1)

  • El se entregó por nuestros pecados para arrancarnos de nuestra mala condición presente, cumpliendo así la voluntad de Dios nuestro Padre. (Carta a los Gálatas 1, 4)

  • Carta de Pablo,apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios,a los santos que (en Efeso)están y perseveran en Cristo: (Carta a los Efesios 1, 1)

  • En Cristo fuimos elegidos nosotros:Aquel que dispone de todas las cosasy las somete a su voluntad,decidió que fuéramos pueblo suyo, (Carta a los Efesios 1, 11)

  • Por tanto, no se dejen estar, sino traten de comprender cuál es la voluntad del Señor. (Carta a los Efesios 5, 17)

  • No se fijen en si son vigilados o si ganarán consideración, pues ustedes son siervos de Cristo que hacen con gusto la voluntad de Dios. (Carta a los Efesios 6, 6)

  • De Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y del hermano Timoteo, (Carta a los Colosenses 1, 1)

  • Por eso, tampoco nosotros hemos cesado de rezar por ustedes desde el día en que recibimos esas noticias, y pedimos a Dios que alcancen el pleno conocimiento de su voluntad, mediante dones de sabiduría y entendimiento espiritual. (Carta a los Colosenses 1, 9)

  • la voluntad de Dios es que se hagan santos y que rehúyan la libertad sexual. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 3)

  • y den gracias a Dios en toda ocasión; ésta es, por voluntad de Dios, su vocación de cristianos. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 18)

  • liberándose de los lazos del diablo que los tiene sometidos a su voluntad. (2º Carta a Timoteo 2, 26)

  • entonces dije: Aquí estoy yo, oh Dios, como en un capítulo del libro está escrito de mí, para hacer tu voluntad. (Carta a los Hebreos 10, 7)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina