Found 414 Results for: Tribu de Benjamín

  • Se hizo acompañar por los de su tribu y, durante siete días, lo persiguió, hasta que lo alcanzó en la montaña de Galaad. (Génesis 31, 23)

  • Y dando el último suspiro, pues se estaba muriendo, lo llamó Ben-Oní (o sea, hijo de mi dolor), pero su padre le dio el nombre de Benjamín. (Génesis 35, 18)

  • Hijos de Raquel: José y Benjamín. (Génesis 35, 24)

  • Jacob no dejó ir con ellos a Benjamín, hermano de José, pues pensaba: ´No sea que le vaya a pasar algo´. (Génesis 42, 4)

  • Jacob, su padre, les dijo: «Ustedes me van a dejar sin hijos: falta José, falta Simeón, ¡y ahora quieren llevarse a Benjamín! ¡Todas estas cosas recaen sobre mí!» (Génesis 42, 36)

  • Si mandas a Benjamín con nosotros, entonces iremos a buscar provisiones, (Génesis 43, 4)

  • Que el Dios de las Alturas les haga hallar misericordia ante ese hombre para que les devuelva a su otro hermano, y a Benjamín. En cuanto a mí, si pierdo a mis hijos, es que tenía que perderlos.» (Génesis 43, 14)

  • Tomaron entonces los regalos y doble cantidad de dinero, y también a Benjamín, y bajaron a Egipto. Se presentaron ante José. (Génesis 43, 15)

  • Cuando José vio que Benjamín estaba con ellos, dijo a su mayordomo: «Lleva a casa a estos hombres, haz matar algún animal y que se prepare un banquete, porque estos hombres comerán conmigo a mediodía.» (Génesis 43, 16)

  • Entonces José, levantando la vista vio a su hermano Benjamín, hijo de su misma madre, y dijo: «¿Es éste el hermano menor del cual me hablaron?» Y le dijo: «¡Dios te bendiga, hijo mío!» (Génesis 43, 29)

  • Después separó para ellos partes de lo que se le ponía en su mesa, y la porción de Benjamín era cinco veces más grande que la de los demás. Bebieron con él y se sintieron muy alegres. (Génesis 43, 34)

  • El mayordomo los registró empezando por el mayor y terminando por el más joven y la copa se encontró en la bolsa de Benjamín. (Génesis 44, 12)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina