Found 139 Results for: Niño

  • Creció el niño. Un día fue a ver a su padre, que estaba con los segadores, (2 Reyes 4, 18)

  • Así que corre a su encuentro y pregúntale: ¿Tú estás bien? ¿Tu marido está bien? ¿El niño está bien?» Ella respondió: «Bien.» (2 Reyes 4, 26)

  • Eliseo dijo a Guejazí: «Prepárate, toma mi bastón y vete. Si te encuentras con alguien, no te detengas a saludarlo, y si alguien te saluda, no le respondas. Y apenas llegues pondrás mi bastón sobre la cara del niño.» (2 Reyes 4, 29)

  • Pero la madre del niño dijo: «Juro por Yavé y por tu vida que no te dejaré.» Entonces Eliseo se levantó y fue tras ella. (2 Reyes 4, 30)

  • Guejazí había ido adelante y había puesto sobre la cara del niño el bastón, pero el niño no dio señales de vida, de modo que volvió donde ellos y dijo: «El niño no se despierta.» (2 Reyes 4, 31)

  • Cuando llegó Eliseo a la casa, el niño muerto estaba acostado en su cama. (2 Reyes 4, 32)

  • Luego se acostó sobre el niño, puso su boca sobre la boca del niño, sus ojos sobre los ojos, sus manos sobre las manos, y el calor volvió al cuerpo del niño. (2 Reyes 4, 34)

  • Eliseo se puso a caminar por la casa, de un lado a otro. Luego volvió a acostarse sobre el niño hasta siete veces, y el niño estornudó y abrió sus ojos. (2 Reyes 4, 35)

  • Naamán aceptó bajar al Jordán y se bañó siete veces, como le había dicho Eliseo. Su piel se puso suave como la de un niño y quedó purificado. (2 Reyes 5, 14)

  • Pero Josaba, hermana de Ocozías, tomó a Joás, su sobrino, y lo sacó de entre los hijos del rey a los que estaban matando, y lo puso con su nodriza, en el dormitorio. Así lo ocultó a la vista de Atalía y el niño se salvó. (2 Reyes 11, 2)

  • Soy pobre y enfermizo desde niño, sufrí tus golpes y me quedo sin fuerzas; (Salmos 88, 16)

  • Al contrario, tranquila y en silencio he mantenido mi alma como un niño saciado que se aprieta a su madre; mi alma en mí nada reclama. (Salmos 131, 2)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina