Found 313 Results for: Madre

  • No se fijen en que estoy morena, el sol fue el que me tostó. Los hijos de mi madre, enojados contra mí, me pusieron a cuidar las viñas. Mi viña yo la había descuidado. (Cantar 1, 6)

  • ¿Han visto a mi amado? Apenas los había dejado cuando encontré al amado de mi alma. Lo abracé y no lo soltaré más hasta que no lo haya hecho entrar en la casa de mi madre, en la pieza de la que me dio a luz. El: (Cantar 3, 4)

  • Salgan, hijas de Jerusalén. y vean al rey Salomón con su corona, con la corona que le colocó su madre el día de sus bodas, el día de su alegría. (Cantar 3, 11)

  • pero una sola es mi paloma, mi toda perfecta. Ella es la hija única de su madre, la preferida de la que la engendró. Las jóvenes que la ven la felicitan, reinas y concubinas la alaban. Coro: (Cantar 6, 9)

  • ¡Ah, si tú fueras hermano mío, alimentado con el pecho de mi madre! Te podría besar al encontrarte afuera sin que me despreciaran. (Cantar 8, 1)

  • Te llevaría a la casa de mi madre, a la habitación de la que me concibió. Te daría a beber vino fragante y un licor hecho de granada. (Cantar 8, 2)

  • ¿Quién es ésa que sube del desierto apoyada en su amado? El: Debajo del manzano te desperté, allí mismo donde te concibió tu madre, donde te concibió la que te dio a luz. Ella: (Cantar 8, 5)

  • No soy más que un mortal como todos los demás, un descendiente del primero que fue formado de la tierra. Mi cuerpo se elaboró en el vientre de mi madre, (Sabiduría 7, 1)

  • Recibía con alegría todas esas cosas de que me proveía la sabiduría, pero todavía no sabía que la sabiduría era su madre. (Sabiduría 7, 12)

  • Porque el Señor quiso que los hijos respetaran a su padre, estableció la autoridad de la madre sobre sus hijos. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 2)

  • el que honra a su madre se prepara un tesoro. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 4)

  • El que respeta a su padre tendrá larga vida; el que obedece al Señor será el consuelo de su madre. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 6)


“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina