Found 264 Results for: Libro sagrado

  • Lo demás referente a Zacarías está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. (2 Reyes 15, 11)

  • Lo demás referente a Selum y la conspiración que tramó está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. (2 Reyes 15, 15)

  • Lo demás referente a Menajem y todo lo que hizo, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. (2 Reyes 15, 21)

  • Lo demás referente a Pecajías, y todo lo que hizo, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. (2 Reyes 15, 26)

  • Lo demás referente a Pecaj y todo lo que hizo está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel. (2 Reyes 15, 31)

  • Lo demás referente a Jotam, lo que hizo, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 15, 36)

  • Lo demás referente a Ajaz y lo que hizo está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 16, 19)

  • Lo demás referente a Ezequías, toda su valentía, cómo construyó el gran estanque, y cómo trajo las aguas a la ciudad, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 20, 20)

  • Levantó altares al dios Baal e hizo un tronco sagrado semejante al que había hecho Ajab, rey de Israel. Se arrodilló ante todas las estrellas del cielo y las adoró. Construyó altares en los patios de la Casa de Yavé, de la cual éste había dicho: «En Jerusalén pondré mi Nombre.» (2 Reyes 21, 4)

  • Incluso colocó el tronco sagrado de la diosa Aserá en la Casa de Yavé, a pesar de que Yavé había dicho a David y a Salomón, su hijo: «En esta Casa mía, en Jerusalén, que elegí de entre todas las tribus de Israel, pondré mi Nombre para siempre. (2 Reyes 21, 7)

  • Lo demás referente a Manasés, todo cuanto hizo y los pecados que cometió, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 21, 17)

  • Lo demás referente a Amón y lo que hizo, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 21, 25)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina