Found 188 Results for: Causa

  • El orgullo de Israel lo condena. Israël y Efraím están en crisis a causa de su pecado. (Oseas 5, 5)

  • Reuniré todas las naciones y las haré descender al valle de Josafat. Allí discutiré con ellas la causa de mi pueblo y de mi heredad, Israel, a quien ellas han dispersado entre las naciones, mientras se repartían mi tierra. (Joel 4, 2)

  • A causa de tu violencia contra tu hermano Jacob quedarás cubierto de vergüenza y desaparecerás para siempre. (Abdías 1, 10)

  • Entonces invocaron a Yavé y le dijeron: «Oh Yavé, no nos hagas perecer a todos por causa de este hombre, ni nos consideres culpables de su muerte, ya que tú, Yavé, has obrado todo según deseabas.» (Jonás 1, 14)

  • Por ahora debo soportar la cólera de Yavé, pues me rebelé contra él, mientras examina mi causa y me hace justicia; entonces me hará salir a la luz y yo veré su fidelidad. (Miqueas 7, 9)

  • Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos. (Evangelio según San Mateo 5, 10)

  • Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. (Evangelio según San Mateo 5, 11)

  • Ustedes incluso serán llevados ante gobernantes y reyes por causa mía, y tendrán que dar testimonio ante ellos y los pueblos paganos. (Evangelio según San Mateo 10, 18)

  • Ustedes serán odiados por todos por causa mía, pero el que se mantenga firme hasta el fin, ése se salvará. (Evangelio según San Mateo 10, 22)

  • El que vive su vida para sí la perderá, y el que sacrifique su vida por mi causa, la hallará. (Evangelio según San Mateo 10, 39)

  • En él, sin embargo, no hay raíces, y no dura más que una temporada. Apenas sobreviene alguna contrariedad o persecución por causa de la Palabra, inmediatamente se viene abajo. (Evangelio según San Mateo 13, 21)

  • En efecto, Herodes había ordenado detener a Juan, lo había hecho encadenar y encerrar en la cárcel, a causa de Herodías, esposa de su hermano Filipo. (Evangelio según San Mateo 14, 3)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina