Found 106 Results for: Carros

  • Los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol fueron suprimidos de la entrada de la Casa de Yavé; estaban cerca de la habitación del oficial del palacio Natanmeluc, en el atrio. Y los carros del sol fueron quemados. (2 Reyes 23, 11)

  • David tomó mil carros de guerra, siete mil soldados de caballería y veinte mil de infantería; luego cortó los jarretes a todos los caballos de los carros, a excepción de cien carros que guardó. (1 Crónicas 18, 4)

  • Cuando los hijos de Ammón vieron que se habían hecho odiosos a David, Janún y los amonitas enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros de guerra y hombres para manejarlos, de Aram de Mesopotamia, Aram de Maacá y de Sobá. (1 Crónicas 19, 6)

  • Tomaron a sueldo treinta y dos mil carros de guerra y al rey de Maacá con su ejército, los cuales vinieron y acamparon frente a Medebá, mientras los hijos de Ammón se congregaban desde sus ciudades y llegaban para la batalla. (1 Crónicas 19, 7)

  • Los arameos huyeron ante Israel: David mató a siete mil soldados de infantería de los carros y a cuarenta mil de infantería. Mató también a Sofac, jefe del ejército. (1 Crónicas 19, 18)

  • Salomón juntó carros y caballerías; tuvo mil cuatrocientos carros, doce mil caballos, que distribuyó entre las ciudades donde tenía los carros, y en Jerusalén, cerca del rey. (2 Crónicas 1, 14)

  • Balat y todas las ciudades de almacenamiento que le pertenecían y las ciudades de los carros y de la caballería, y todo lo que quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en todo el país de su dominio. (2 Crónicas 8, 6)

  • Pero no empleó a ninguno de los hijos de Israel como esclavo para sus obras, sino como hombres de guerra, jefes y escuderos, comandantes de sus carros y de sus caballos. (2 Crónicas 8, 9)

  • Salomón tenía cuatro mil caballerizas para sus caballos y carros, y doce mil jinetes que puso en cuarteles en las ciudades de los carros y en Jerusalén junto al rey. (2 Crónicas 9, 25)

  • llegaban con mil doscientos carros y sesenta mil caballos; no se podía contar la gente que venía con él de Egipto: libios, sukitas y etíopes. (2 Crónicas 12, 3)

  • Salió contra ellos Zéraj, el etíope, con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros, y llegó hasta Maresá. (2 Crónicas 14, 8)

  • ¿Acaso los etíopes y los libios no formaban un ejército numeroso con carros e innumerables caballerías? Y, sin embargo, porque pusiste tu confianza en Yavé, él los entregó en tu mano. (2 Crónicas 16, 8)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina