Found 21 Results for: Booz

  • Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente muy rico llamado Booz. (Rut 2, 1)

  • Como ella se lo diera, Rut salió al campo y se puso a espigar detrás de los segadores. Dio la coincidencia de que el campo adonde ella había llegado pertenecía a Booz, pariente de Elimelec, que precisamente llegó ese día de Belén. (Rut 2, 3)

  • Booz preguntó al capataz de la cuadrilla de segadores: «¿De quién es esa joven?» Y el empleado le contestó: (Rut 2, 5)

  • Booz, dirigiéndose entonces a Rut, le dijo: «Oye, hijita, no vayas a recoger espigas a otra parte. (Rut 2, 8)

  • «Me han contado, le respondió Booz, lo bien que te has portado con tu suegra después de que murió tu marido, hasta el punto de dejar tu patria y tus padres para venirte a un país totalmente desconocido para ti. (Rut 2, 11)

  • A la hora del almuerzo, Booz la invitó a acercarse y a que comiera un pedazo de pan empapándolo en salsa. (Rut 2, 14)

  • En seguida se levantó para proseguir su trabajo, y entonces Booz dijo a sus trabajadores: «Déjenla que incluso arranque espigas de las gavillas y no le llamen por eso la atención. Más aún, de vez en cuando vayan dejando caer de propósito algunas espigas para que ella pueda irlas recogiendo, sin decirle nada.» (Rut 2, 16)

  • «¡Pero si el dueño de esos campos es Booz! ¡Bendito sea Yavé, que siempre se muestra tan bueno con los vivos y los muertos! Ese hombre es pariente nuestro; a él, entre otros, le corresponde rescatarnos.» (Rut 2, 20)

  • Rut continuó, pues, recogiendo espigas al lado de los trabajadores de Booz hasta que terminó la siega de la cebada y del trigo. Por lo demás, no se separó de su suegra. (Rut 2, 23)

  • Pues bien, Booz, nuestro pariente, con cuya gente has estado trabajando, va a trillar la cebada esta tarde. Tú debes, por lo tanto, hacer lo siguiente: (Rut 3, 2)

  • Booz, después de una cena bien regada, se fue a acostar muy alegre junto a la parva. Ella, por su parte, caminando despacito, destapó sus pies y se acostó. (Rut 3, 7)

  • Por ahora, sigue durmiendo hasta mañana.» Antes de que amaneciera, cuando todavía no se puede distinguir bien a las personas, se levantó Booz, pues pensaba: «Nadie debe saber que esta mujer estuvo aquí durmiendo.» (Rut 3, 14)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina