Sirácides (Eclesiástico), 38
10. Renuncia a tus malas acciones, guarda las manos limpias y purifica tu corazón de cualquier pecado.
10. Renuncia a tus malas acciones, guarda las manos limpias y purifica tu corazón de cualquier pecado.
“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina