Sirácides (Eclesiástico), 3
29. El hombre sabio medita las máximas en su corazón; todo lo que el sabio desea es hallar a alguien que lo escuche.
29. El hombre sabio medita las máximas en su corazón; todo lo que el sabio desea es hallar a alguien que lo escuche.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina