Sirácides (Eclesiástico), 22
10. Hablar a un tonto es como hablar a un hombre adormecido; cuando hayas terminado preguntará: "¿De qué se trata?"
10. Hablar a un tonto es como hablar a un hombre adormecido; cuando hayas terminado preguntará: "¿De qué se trata?"
“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina