Sabiduría, 16
16. Los impíos que se negaron a reconocerte fueron azotados por tu brazo poderoso, perseguidos por lluvias extraordinarias, por el graniza, y tormentas inclementes; el fuego los devoró.
16. Los impíos que se negaron a reconocerte fueron azotados por tu brazo poderoso, perseguidos por lluvias extraordinarias, por el graniza, y tormentas inclementes; el fuego los devoró.
O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina