5. y ellos la celebraron el día catorce del mes, al atardecer, en el desierto del Sinaí, tal como Yavé lo había ordenado a Moisés.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina