3. Pues bien, yo le tuve cariño a Jacob, pero le tomé odio a Esaú; si no, miren cómo dejé sus montañas desoladas y abandoné sus tierras a los chacales del desierto.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina