21. Después de la reunión, Ozías lo invitó a su casa y ofreció un banquete a los dirigentes. Durante toda la noche pidieron la ayuda del Dios de Israel.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina