11. Este vio volver a él a todos sus hermanos y hermanas, lo mismo que a los conocidos de antes. Comían con él en su casa lo compadecían y consolaban por todos los males que Yavé le había mandado. Cada uno de ellos le regaló una moneda de plata y un anillo de oro.





“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina