24. Yo no te he abrumado pidiéndote ofrendas, ni te he cansado reclamando incienso. No tuviste que gastar en aromas, ni me diste la grasa de tus sacrificios, sino que me has atormentado con tus pecados y me has cansado con tu maldad.





“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina