10. El último día de los festejos, el rey, que estaba contento por el vino, ordenó a siete de sus sirvientes, que lo atendían personalmente, que fueran a buscar a la reina Vasti.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina