4. En todo lugar donde vivan restos del pueblo de Yavé, que las gentes del lugar los ayuden para su viaje con plata, oro y toda clase de cosas y ganados. Que les entreguen, además, ofrendas voluntarias para la Casa de Yavé, que está en Jerusalén.»





“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina