2 Samuel, 15
30. David subía el cerro de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todos los que lo acompañaban hacían otro tanto.
30. David subía el cerro de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todos los que lo acompañaban hacían otro tanto.
“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina