73. Entonces, las tropas que lo habían abandonado volvieron a su lado y, todos juntos, persiguieron a los enemigos hasta Cades, donde estaba su campamento, y acamparon allí.





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina