18. Allí se encontraban los tres hijos de Seruiá: Joab, Abisai y Asael. Asael, que corría como una gacela del campo,





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina