10. Al enterarse de esto, Judas ordenó a sus tropas que invocaran al Señor día y noche, para que también esa vez, como en otras ocasiones, acudiera en auxilio de los que estaban en peligro de ser despojados de la Ley, de la patria y del Santuario,





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina