32. Luego dijo Samuel: "Tráiganme a Agag, rey de los amalecitas". Agag se acercó a él muy complacido, pensando: "Seguramente, me he librado de la amargura de la muerte".





“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina