27. Salomón puso los querubines en medio del recinto interior. Estos tenían las alas desplegadas: un ala del primer querubín tocaba el muro y un ala del segundo tocaba el muro opuesto; y las alas extendidas hacia el centro de la Casa se tocaban una con otra.





“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina