28. Los caballos de Salomón procedían de Musrí y de Cilicia. Los agentes del rey los adquirían en Cilicia, a un precio fijo.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina