30. Hijo de hombre, la gente de tu pueblo se reúne para hablar de ti junto a los muros y a las puertas de las casas, y se dicen unos a otros: "Vamos a escuchar qué palabra nos dirige el Señor".





“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina