25. Moisés invocó al Señor, y el Señor le indicó un árbol. Moisés arrojó un trozo de él en el agua, y esta se volvió dulce. Allí el Señor les impuso una legislación y un derecho, y allí los puso a prueba.





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina