18. Di sepultura también a los que mató Senaquerib a su vuelta de Judea, después de la derrota propinada por el rey del cielo a aquel blasfemo. Rabioso, mató a muchos israelitas; y yo escondía sus cadáveres, y luego los enterraba. Senaquerib los buscó, pero no pudo encontrarlos.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina