3. Y así aquéllos, aunque estaban ansiosos de alimento, ante el aspecto repugnante de los animales que les enviaste, perdieron las ganas de comer; mientras que tu pueblo, después de una breve privación, gustó un manjar exquisito.





“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina