II Reyes, 19
26. sus habitantes, impotentes, quedaron consternados y confusos, hechos semejantes a la hierba del campo, al verdor del césped, al heno de los tejados y al grano agostado antes de espigar.
26. sus habitantes, impotentes, quedaron consternados y confusos, hechos semejantes a la hierba del campo, al verdor del césped, al heno de los tejados y al grano agostado antes de espigar.
“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina