24. Timoteo, que había sido vencido antes por los judíos, reunió una tropa ingente de mercenarios; unió a esta fuerza una buena parte de la caballería de Asia y se encaminó a Judea para hacer la guerra y apoderarse de ella.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina