9. Se presentaron al sumo sacerdote Jelcías, y le entregaron el dinero que había llegado al templo de Dios y el que los levitas porteros habían reunido; todo ello procedía de Manasés, de Efraín, de todo el resto de Israel, de Judá, de Benjamín y de los habitantes de Jerusalén.





“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina