32. y las labraron los canteros de Salomón, los canteros de Jirán y los guiblios. Así prepararon el maderamen y las piedras para la fábrica del templo.





“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina