40. Soltaron las anclas y las dejaron caer al mar, aflojando a la vez las ataduras de los timones. Izaron al viento la vela de proa y se dirigieron hacia la playa.





“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina