27. Los niños crecieron; Esaú llegó a ser un diestro cazador y hombre de campo, mientras que Jacob era hombre tranquilo y amante de la tierra.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina