19. Luego, por la entrada que está al lado de la puerta me llevó a las salas del santuario reservadas a los sacerdotes, las que dan al norte. Allí en el fondo había un espacio reservado, hacia occidente.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina