5. Así aquel cedro superó en altura a todos los árboles del campo; crecieron sus ramas sin cuento, su ramaje se alargaba por la abundancia de agua que junto a él corría.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina