Katholische Bibel
 

Deuteronomio, 15

9. No te dejes llevar de este pensamiento egoísta: Ya está cercano el año séptimo, el año del perdón y, si poniendo mala cara a tu hermano necesitado, no le das nada, podría apelar al Señor contra ti, y te harías reo de pecado.

Verse im Zusammenhang mit Deuteronomio, 15:

Deuteronomio 15 se ocupa de las leyes de la remisión de la deuda y la liberación de los esclavos, enfatizando la importancia de la justicia social y la generosidad. Los versos relacionados son:

Proverbios 22:7 - "Los ricos dominan sobre los pobres; y lo que toma es un sirviente de lo que presta". Este versículo aborda la relación desigual entre ricos y pobres en el tema de la deuda, que se aborda en Deuteronomio 15.

Isaías 58:6 - "Este no es el ayuno que elegí, que deja las ligaciones de la maldad, ¿quién deshace a los malabunganes, y que dejan a los oprimidos y destrozan todo el yugo?" Este versículo destaca la importancia de la liberación de los esclavos y la justicia social, que es un tema central en Deuteronomio 15.

Mateo 6:14-15 - "Porque si perdonas tus ofensas a los hombres, tu Padre Celestial te perdonará a ti; pero no perdonas tus ofensas a los hombres, tu Padre no perdonará tus ofensas". Este versículo aborda la cuestión del perdón, que está presente en la remisión de la deuda en Deuteronomio 15.

Lucas 6:34-35 - "y se prestaron a aquellos de quienes él espera recibir, ¿cuál es su gratitud? Espera, y lo bueno será tu recompensa, y serás hijos de lo más alto; Incluso para los ingratos y el mal ". Este versículo destaca la importancia de la generosidad y la benevolencia, que se fomentan en Deuteronomio 15.

2 Corintios 9:7 - "Cada uno contribuye de acuerdo con su corazón, no con tristeza o necesidad; porque Dios ama lo que da con alegría". Este versículo refuerza la idea de generosidad voluntaria, que es un tema presente en Deuteronomio 15, donde se alienta la remisión de la deuda y la liberación de los esclavos.





“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina