Proverbios, 3
25. No temerás el espanto repentino, ni cuando llegue la tormenta de los malos,
25. No temerás el espanto repentino, ni cuando llegue la tormenta de los malos,
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina