8. Mas si a ella no le alcanza para presentar una res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina